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- Rascacielos de madera


-La oreja de Van gogh



Espero Que os halla gustado UN SALUDO

jueves, 20 de enero de 2011

La batalla de Cascina


Según dejaron escrito los críticos y biógrafos de su época, su mejor trabajo no fue el genial David ni el apabullante mural de la Capilla Sixtina, sino un cuadro suyo que no ha llegado hasta nuestros días. Realmente es imposible que hubiera llegado en cualquier caso.

La batalla de Cascina, que así se titulaba la obra, se ha perdido, pero nos quedan las crónicas y algún cartón de preparación. Según Benvenuto Cellini: “Aunque el divino Miguel Ángel, más adelante, llevó a cabo la magna obra de la capilla del papa Julio, su talento nunca volvió a alcanzar ni siquiera la mitad del nivel de perfección que logró con este cuadro”.

Vasari, en su “Vidas ejemplares”, decía que “todos los artistas que vieron el cartón quedaron subyugados y admirados”. En realidad la obra de la que hablan nunca se llegó a realizar pero Miguel Ángel sí hizo los cartones de preparación. Parte de estos se acabó perdiendo y sólo se conservan algunas copias parciales.

Desde luego, si los contemporáneos de Buonarroti consideraban la batalla de Cascina como la obra suprema del artista, por encima del David, debía ser una auténtica maravilla. Cuántas de ellas se han perdido en la historia.

Jairo Chaparro

martes, 18 de enero de 2011

El Braghettone

El BraghettoneEl fresco del Juicio Final de Miguel Ángel, que casi se merece una sección para él solo en este blog a juzgar por el número de entradas que ha protagonizado, fue criticado desde el mismo momento de su presentación en sociedad, en octubre de 1541. Algunas de estas críticas denunciaban su impudencia e indecoro.

Después de morir el genial artista, la Congregación del Concilio de Trento decidió cubrir las partes más delicadas de los personajes de la obra. En otras palabras, decidió vestir a algunos de aquellos personajes. Esta tarea fue encargada a Daniele Ricciarelli da Volterra, que a partir de entonces es conocido como el Braghettone, que podría ser traducido como el “hacedor de pantalones”.

Bien es cierto que la tarea no la llevó a cabo él únicamente, sino que fue continuada por varios artistas allí donde él la abandonó.
Vicente gonzalez

La estatua de Lincoln


Todos ustedes conocen la famosa estatua de Abraham Lincoln que está en el Monumento a Lincoln, conocido como Lincoln Memorial, en Washington. Además, encabeza la entrada. Esta obra fue llevada a cabo por Daniel Chester French, que también es autor de una obra homenaje a Thomas Hopkins Gallaudet. Gallaudet fue un hombre que entregó su vida a la formación y educación de las personas sordas, y en la estatua hecha por French, aparece enseñando a una pupila el lenguaje de signos. Concretamente, enseñándole la letra A. Por lo tanto, de aquí se deduce que French, el autor de la escultura de Lincoln, conocía en cierto modo el lenguaje de signos de los sordos.

Y es aquí donde viene la leyenda, desmentida por muchos estudiosos, pero curiosa. Las dos manos de Lincoln en la obra del Memorial están esculpidas de tal forma que su mano derecha corresponde a la A en el lenguaje de signos de los sordos y la mano izquierda corresponde con la L, aunque esta segunda de un modo menos claro.

Por lo tanto, y aquí está la Curistoria de hoy, aunque sea leyenda, las manos de Lincoln en su más famosa estatua nos dicen sus iniciales, en el lenguaje de signos de los sordos. Y otro día les contaré otra leyenda sobre la estatua, la que cuenta que esconde el busto del general Robert E. Lee, general confederado de la Guerra Civil Americana, es decir, del bando contrario a Lincoln.

jueves, 13 de enero de 2011

La caza de los perros durante las guerras


Durante las guerras napoleónicas, después de que el campamento de Wellington, mal situado, fuese víctima de un constante fuego enemigo, llegó un momento de tregua. El inglés siempre viajaba con sus perros de caza para poder disfrutar cuando tenía algún momento de su gran pasión por dicha actividad y a ello se dedicó durante aquella tregua con los franceses. Por supuesto, en compañía.

Persiguiendo un zorro, los perros pasaron cerca de las líneas enemigas. Uno de los encargados de la caza abogó entonces por detener la persecución, pero un joven oficial siguió a los perros gritando que donde iban los perros él los seguía. Por supuesto, los perros, que poco saben de guerras, atravesaron las líneas enemigas y el inconsciente oficial los siguió y fue capturado. Los franceses, al parecer, se quedaron estupefactos cuando vieron aparecer a un joven oficial inglés galopando junto a los perros. Pero aún se sorprendieron más cuando este les explicó el porqué de su internada en la zona enemiga.

Los franceses, que supongo yo que no sabrían si llamarlo loco o tonto, lo dejaron volver con el ejército inglés después de escuchar su explicación. Al fin y al cabo, es posible que un loco, pensarían, hiciera más daño a las propias tropas inglesas que el tenerlo retenido en la retaguardia francesa.
Jairo chaparro

sábado, 1 de enero de 2011

Retratos naturales



Uno de los artistas más originales y más sorprendentes, al menos para este que escribe, del siglo XVI es Giuseppe Arcimboldi, también llamado a veces Arcimboldo. Milanés nacido en 1527.

En un alarde maravilloso de fantasía, originalidad y talento, comienza en torno a 1562 a hacer retratos de personas usando frutas, hortalizas, peces y otros objetos naturales y típicos de las naturalezas muertas para componer las caras.

En estos retratos todo son objetos reales, perfectamente detallados e identificables, incluso los tipos de peces, pero la composición presenta una cara a la vista.