En el siglo XIV en Florencia, se comentaba que los hijos del pintor Giotto eran terriblemente feos. Ante esta situación, el poeta Dante, que conocía a los hijos de Giotto, no pudo contener y un día le preguntó al artista: ¿Cómo puedes pintar unas figuras tan hermosas y que tus creaciones más auténticas estén tan faltas de belleza?". Giotto, frente a este comentario, y posiblemente consciente de la evidencia, contestó: "las figuras ajenas las trazo a la luz del día". Ocurrente respuesta, aunque si fuera cierto, Giotto habría tenido una vela en su alcoba.
Vicnete Gonzalez
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